El mundo virtual es frecuentado con mayor intensidad por las jóvenes generaciones que crecieron (y están creciendo) junto al desarrollo de las TIC`s, estableciendo una relación mucho más "natural" con las mismas como nativos digitales.
En él encuentran un espacio mucho más laxo, con lenguaje lúdico, en el que pueden crear sus propias reglas y recrear o reforzar su identidad. Se sienten más cómodos navegando por el mismo que teniendo que enfrentar un mundo de responsabilidades e incomodidades, como encuentran en la pedagogía clásica de la escuela y en el mundo laboral. Lo utilizan como herramienta para sortear estos obstáculos, pero sin aprovechar todo su potencial ni medir las consecuencias en su formación.
Este relativo "facilismo" que permiten las nuevas tecnologías establece cierta incomunicación con la cultura de sus padres y adultos, que ven en las nuevas tecnologías una utilización accesoria a sus actividades en el mundo físico, no un consolidado mundo virtual en el que se gestan códigos e identidades con cada intervención digital.
El desafío para saldar el "duro despertar" de los jóvenes que cita Bauman (http://www.ort.edu.uy/ie/caes/debate_agosto10.php), es pensar una alfabetización digital compatible con sus habilidades "naturales", pero que no olvide el mundo físico en el que todos debemos aprender a socializar y vivir con otros cara a cara.